Dos de la madrugada de una fría noche de invierno. En un sótano aparece el cadáver de un joven ahorcado. Parece un caso claro de suicidio, pero la autopsia revela que la víctima ha fallecido por una sobredosis de heroína.
El muerto es identificado como un traficante de drogas y a los investigadores se les acumulan las preguntas: ¿quién lo ahorcó? ¿De quién son las huellas dactilares halladas en la jeringuilla descubierta junto al cadáver? ¿Quién está haciendo llamadas amenazantes que implican al hijo adolescente de uno de los policías encargados del caso? El detective Steve Carella y el teniente Pete Byrnes se enfrentan a un reto policial plagado de sombras e incertidumbres.