Ayer – Agota Kristof

Ayer – Agota Kristof

Ayer soplaba un viento conocido. Un viento que ya me había encontrado. Era una primavera precoz. Iba andando al viento con paso decidido, rápido, como todas las mañanas. Sin embargo, tenía ganas de volver a la cama y acostarme de nuevo, inmóvil, sin pensamiento alguno, sin deseo alguno, y quedarme allí acostado hasta el momento en que sintiera aproximarse esa cosa que no es ni voz, ni gusto, ni olor, solamente un recuerdo muy vago, venido de más allá de los límites de la memoria.