Cadáver se necesita: (Inútil sin experiencia) – Milton Fornaro

Cadáver se necesita: (Inútil sin experiencia) – Milton Fornaro

En Cadáver se necesita, Fornaro aprovecha muy bien esa zona de preacuerdos con su lector hipotético, a quien conoce perfectamente. Sabe lo que a él le gusta y le lanza guiñadas apelando a los tópicos. De algún modo, su novela ya está escrita, aunque no es mérito menor rescribirla con una fe paradójicamente sostenida en la ironía. Una distancia intelectual y divertida dinamiza la construcción de nuevos enigmas y da vueltas de tuerca para que aten el siguiente nudo. El título, como es obvio, parodia un aviso económico: algo que está en el eje mismo del mundo del consumo, entre cuyas provincias se encuentra la del consumo literario.

El desarrollo rebosa pues, por todas partes, literatura: si se piensa en ella, mejor que en la realidad, los extraños sucesos quedan legitimados como verosímiles, así que «como en las novelas» –se advierte a texto expreso– ocurre un milagro que cambia la vida del personaje. Y a propósito de él, un detective privado de este Montevideo en gris mayor, se dice: «Esta escena la había visto repetida en varias policiales».