Los contrastes de la vida – Pío Baroja

Los contrastes de la vida – Pío Baroja

El séptimo tomo de las MEMORIAS DE UN HOMBRE DE ACCIÓN está constituido por una serie de relatos sueltos, que justifican sobradamente el título de LOS CONTRASTES DE LA VIDA. Porque se desarrollan en ámbitos y ambientes muy distintos a los que le llevó a Aviraneta el hundimiento de la causa liberal en 1823. El primero aún transcurre durante la lucha, cuando Aviraneta era ayudante y consejero de El Empecinado.

Se trata de una historia romántica, en la que el protagonista termina trágicamente. Es, por otra parte, uno de los pocos textos en que Baroja tocó el tema de los toros. El segundo relato corresponde ya a la salida de España. En él aprovechó sus recuerdos y sus observaciones de comienzo de siglo, en Tánger, para llevarlas atrás y combinarlas con las notas del mismo Aviraneta acerca de su larga odisea por el Mediterráneo. Ahora el protagonista no es un bravo y sombrío capitán liberal, sino un gitanillo ambicioso.

En su propósito constante de servir a la causa de la Libertad, Aviraneta se puso a la disposición de lord Byron. De Tánger pasó a Alejandría y de Alejandría a Grecia. El novelista contó para escribir lo que sigue con un relato manuscrito del mismo Aviraneta, en el que éste narraba su aventura de Missolonghi: lo tenía en su casa de Madrid cuando empezó la guerra, con ánimo de aprovecharlo más en algún artículo. El manuscrito desapareció en la destrucción de la casa. Es una lástima que no se hubiera hecho copia de él, porque contenía una impresión directa de cómo era Byron poco antes de morir.

El último relato se refiere al horrible final de El Empecinado y a la marcha de Aviraneta a Méjico, donde iba a intervenir en una serie de acciones más conocidas, que le dieron materia para escribir unas memorias parciales, publicadas hace bastante tiempo.

Pío Baroja.